viernes, 24 de junio de 2011

CUMPLIMOS CON LA TRADICION





Tal como estaba programado a las 21:30 horas del jueves día 23 de junio se efectuó la concentración prevista en la playa de La Cortadura del término municipal de Cádiz con el propósito de celebrar la noche de San Juan al estilo que podríamos llamar tradicional.
Y efectivamente, allí arrumbamos arrastrando sillas de playa, mesas, bolsas con diversas viandas y las inevitables bebidas que la relativa proximidad de los domicilios de la mayoría hace viable sin incurrir en potenciales infracciones de las normas de tráfico, porque la gaseosa, aun favoreciendo la digestión, que duda cabe que no contribuye a la animación de la concurrencia. La situación del grupo, junto al muro que separa y protege la carretera del embate de las olas, permitió colgar del mismo nuestra bandera autonómica, como siempre hacemos en nuestras concentraciones y que al tiempo sirvió de reclamo para algunos ceutíes que estando de vacaciones en la ciudad, se identificaron como caballas, con la consiguiente alegría de ver la celebración.
Tras un tiempo de espera de cortesía para con los rezagados, comenzamos la celebración brindando, a manera de aperitivo, por la onomástica de aquellos que llevan el nombre de Juan, aunque sea compuesto. Acto seguido, a embestir las viandas sin perdonar las oportunas libaciones, todo ello en un ambiente distendido de amigable camaradería y disfrutando de una temperatura muy agradable y, cosa poco corriente, casi sin viento.
Una vez acabada la cena, se procedió a escribir papelitos con las cosas negativas del año en curso que cada uno desearía eliminar, para quemarlos en el interior de un hoyo cavado en la arena sobre el que saltaron los congregados alrededor del mismo hasta que la arena inevitablemente arrastrada por los pies acabó apagando. Tras esta ceremonia, por descontado que mas pagana que religiosa, la mojadura de pies en la orilla que alguno de los asistentes transformó en baño total, para acabar así de ahuyentar las energías negativas, malos espíritus y otras creencias provenientes del politeísmo que la tradición conserva como parte de nuestro folklore.
Después de todo el anterior ritual y de entonar viejas canciones populares de nuestra tierra ceutí, aunque muchas sean comunes con otras regiones del solar patrio, y tras la recogida de la bandera de Ceuta, se disolvió la reunión, yéndose cada mochuelo a su olivo con el buen sabor de boca que deja una velada transcurrida en un ambiente, tanto físico como psíquico, de lo más placentero.

Luis E. Duro

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