Y llegó el sorteo de la Lotería de Navidad, el tradicional del 22 de diciembre, que este año ha coincidido con la POLVORONÁ que cada año celebramos por estas fechas, aunque a otras horas, puesto que el comienzo estaba programado a las 20:00 horas, como así mismo solemos hacerlo.
La verdad es que el tiempo acompañaba, porque teníamos en toda la península un buen anticiclón decididamente aposentado en ella, lo que favorecía la asistencia de socios, alrededor de la treintena, que aportaron como cada año una variedad de especialidades culinarias sin que faltaran los dulces, que las socias se afanan en competir para dilucidar quien es la que ha dado en el clavo –léase paladar- de los asistentes hasta el extremo de destacarse de las demás. Ni que decir tiene que tampoco faltaron algunas botellas de vino tinto, sin olvidar la consabida cerveza que tan arraigada está en los hábitos de nuestras gentes para después, a los postres, dar paso a la sidra que actúa como una corneta de llamada al comienzo de los villancicos, cuando los efectos benéficos y desinhibidores de un moderado consumo de alcohol nos estimulan para corear las iniciativas musicales de aquellos que conservan mejor memoria de las correspondientes letras y música de los cantares navideños tradicionales de nuestra tierra caballa, de entre los que destaca el amigo Andrés Gámez, de sorprendente memoria para estos menesteres.
Al final de la velada, el presidente De la Yeza aprovechó la ocasión para informar a los asistentes de las últimas novedades acerca de las actividades del próximo trimestre, el primero de 2012. Tras ello, el intercambio de deseos de felicidad y buenos augurios para estas fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes, y para que el año entrante también podamos reunirnos con iguales deseos de pasar un buen rato de amistad y convivencia. Que el Niño-Dios así nos lo conceda.
La verdad es que el tiempo acompañaba, porque teníamos en toda la península un buen anticiclón decididamente aposentado en ella, lo que favorecía la asistencia de socios, alrededor de la treintena, que aportaron como cada año una variedad de especialidades culinarias sin que faltaran los dulces, que las socias se afanan en competir para dilucidar quien es la que ha dado en el clavo –léase paladar- de los asistentes hasta el extremo de destacarse de las demás. Ni que decir tiene que tampoco faltaron algunas botellas de vino tinto, sin olvidar la consabida cerveza que tan arraigada está en los hábitos de nuestras gentes para después, a los postres, dar paso a la sidra que actúa como una corneta de llamada al comienzo de los villancicos, cuando los efectos benéficos y desinhibidores de un moderado consumo de alcohol nos estimulan para corear las iniciativas musicales de aquellos que conservan mejor memoria de las correspondientes letras y música de los cantares navideños tradicionales de nuestra tierra caballa, de entre los que destaca el amigo Andrés Gámez, de sorprendente memoria para estos menesteres.
Al final de la velada, el presidente De la Yeza aprovechó la ocasión para informar a los asistentes de las últimas novedades acerca de las actividades del próximo trimestre, el primero de 2012. Tras ello, el intercambio de deseos de felicidad y buenos augurios para estas fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes, y para que el año entrante también podamos reunirnos con iguales deseos de pasar un buen rato de amistad y convivencia. Que el Niño-Dios así nos lo conceda.
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