jueves, 7 de noviembre de 2013

FORTIFICACIONES DE CEUTA-PRIMER RENACIMIENTO

La cuarta jornada correspondiente al jueves 24 de octubre, dio lugar a la conferencia del teniente coronel de artillería D. Juan José Contreras Garrido, jefe que fue de la última unidad de artillería de costa de Ceuta, y que no es la primera vez que acude a nuestra solicitud de que nos ilustre con algún tema, relacionado con Ceuta preferentemente aunque no exclusivamente, de los muchos de su acervo histórico y cultural, fruto de su labor incesante de investigación, resulta de interés para los ceutíes así como para un amplio espectro de amantes de la historia en general y de la militar en particular.

El salón de conferencias estuvo completo de socios y público en general, teniendo la representación del consistorio gaditano, el concejal de Participación Ciudadana Don Jesús Tey Patrón, asistiendo también el Jefe del CEFOT-2, Comandante Militar de Cadiz y Gobernador del Campo de Gibraltar, el coronel de artillería Don Fernando Caballero Echevarría.

Tras agradecer la presencia de las autoridades y demás asistentes, comenzó la presentación del Sr. Contreras por parte del presidente para el que tuvo palabras de agradecimiento y esbozó su curriculum.

El orador señaló el hecho en principio sorprendente de que lo primero que el viajero observa es que las murallas con mucho las más importantes de la plaza sean renacentistas en una ciudad con una tan larga historia, llena de conquistas por multitud de pueblos dada su situación estratégica. Es así que la primera línea defensiva data de 1550. La pregunta inmediata de la razón de una fecha tan relativamente tardía tiene su respuesta lógica en que hasta entonces no se tuvo conciencia de su necesidad, ni capacidad técnica ni económica para emprender obras de tan gran envergadura. Que grandes constructores como los romanos no las creyeran necesarias se debe a que no temían un ataque terrestre a la ciudad, por estar inmersa en la provincia del imperio que fue la Mauritania Tingitana, y por el dominio del mar que poseía aquel gran imperio. Otros ocupantes no parece que tuvieran tiempo de realizarlas dada la brevedad de su dominio de la plaza, o bien por razones semejantes a las de los romanos. Tuvieron que darse las circunstancias concurrentes en el siglo XVI, de ser una ciudad cristiana rodeada de musulmanes hostiles y de una importancia cada vez más evidente para los gobernantes de aquella época para que el reino de Portugal decidiera emprender semejantes obras.

No cabe duda de que Portugal recurrió a la tecnología defensiva más avanzada de la época, cuando la artillería pirobalística (basada en el uso de la pólvora como elemento impulsor de los proyectiles) dominaba ya los campos de batalla y los cercos a las plazas fuertes en especial, y es que la historia de la artillería corre paralelamente a la de las fortificaciones, al igual que el desarrollo de la lanza lo hace respecto al escudo. No hay que olvidar los fosos al menos seco, que dificultasen el ataque por parte de los asaltantes y que permitiera a los defensores un fuego efectivo, conservando por cierto una práctica ya usada en el Medievo por la misma razón : la defensa del asalto de la infantería atacante. El foso navegable como el nuestro que todos conocemos es único en Europa, y aunque ya carezca de interés militar sí que lo tiene, y mucho, como atractivo turístico.

También aclaró el conferenciante que la fortificación que corona el monte Hacho no es sino un cuartel con cinco baluartes, dado que la distancia existente desde sus líneas defensivas al mar y a posibles buques enemigos, lo hacía inútil como plataforma artillera durante el siglo XVIII en que se construyó e incluso principios del XIX, dado el escaso alcance de la artillería de la época, así como la dificultad de un posible desembarco de tropas hostiles por lo abrupto del terreno, y por su situación, absolutamente inútil ante un ataque procedente del campo exterior.

Terminada la exposición de Juan José Contreras, que fue acogida con fuertes aplausos, el presidente de la Yeza agradeció su participación entregándole un presente como recuerdo de la misma (una reproducción del ceitíl) mientras que D. Fernando Caballero, Comandante Militar de Cádiz, que siguió con gran interés la conferencia, hizo entrega al presidente de una metopa del Centro de Instrucción de Tropa ubicado en San Fernando (antiguo C.I.R. nº 16), detalle que agradeció de la Yeza en nombre de la Casa, con lo que se dio por terminado el acto, una vez haber firmado los invitados en el libro de honor.


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