lunes, 23 de noviembre de 2015

LA MOCHILA 2015

Ya teníamos conocimiento por los expertos en meteorología, que estuvieron más de una semana avisando de lo que se avecinaba, que el día en cuestión no iba a ser esplendido para que luciera el sol en su zenit, y efectivamente el día dio al traste con la fiesta lúdica por antonomasia, que festejamos  todos los caballas.
Nos referimos al Día de la Mochila que como cada año el día 1 de noviembre, festividad de todos los Santos, nos vamos al campo a pasar el día con las talegas repletas de frutos secos y frutas del tiempo y con ello rememoramos aquella parada para el descanso que hacían nuestros abuelos en la zona del Monte Hacho y aledaños, a la vuelta del camposanto de dónde venían de adecentar y ornamentar las tumbas de sus seres queridos.
Pues bien, este año ha estado la festividad “pasada por agua” y acompañada de aparato eléctrico, aunque ya estaba anunciado no nos cogió de sorpresa por lo indicado anteriormente de que el día así amanecería.
Muchos fueron los que tras llamadas telefónicas a los directivos, indicaron su no asistencia o mejor dicho, preguntaba si se iba a celebrar y la no intención de asistir a lugar de encuentro, aunque a mediodía, solo soplaba un fuerte viento de levante y sin lluvia.
Nos fuimos al lugar de la concentración algunos directivos, ya que debíamos cumplir con lo programado en el cuadro de actividades y podría ser que algún socio apareciera, pero para nuestro asombro, solo nos presentamos la mayoría de los directivos junto con el presidente y todos con sus respectivas esposas.
Total, tras una espera que fue de media hora, por aquello de dar un tiempo de cortesía, optamos por dar por finalizada la reunión y dejar sin efecto este año la celebración del Día de la Mochila.
Es justo decir que el día siguió empeorando desatándose un fuerte viento y con lluvia torrencial.

Esperemos que el próximo año nos acompañe un mejor tiempo meteorológico, y podamos pasar una jornada de convivencia como es el resultado de esta celebración, no sin antes en la programación de las actividades, insertaríamos una nota como en los carteles de las corridas de toros “…y si el tiempo lo permite”, con lo cual no estaríamos al pairo como esa mañana del 1 de noviembre de 2015, aunque se tendría que sopesar quien consideraría que el tiempo fuera bueno, regular o malo, para acudir.

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